Lo que debes saber
de nosotras
Nos conocimos entre vuelos, hoy creamos fotos que cuentan tu historia
Nuestra historia no es la típica de “soñábamos con emprender y lo hicimos realidad”.
No. Nosotras empezamos en un aeropuerto, sí, uno de esos lugares donde todo el mundo va con prisa, y nadie se para a pensar demasiado. Nos conocimos allí, entre vuelos, maletas perdidas y cafés de máquina. Y fue ahí, en medio del caos diario, donde descubrimos que teníamos más en común de lo que parecía.
Desde el principio teníamos claro algo: no queríamos ser un estudio de fotografía más. Queríamos un lugar donde las personas se sintieran cómodas, donde ser tú misma frente a una cámara no fuera una excepción, sino la norma. Y en eso somos buenas. Hacemos que la gente que viene a nuestro estudio se sienta como en casa, con una taza de café, una conversación sincera y muchas risas. Porque sí, nos gusta reírnos. No somos de tomarnos la vida demasiado en serio, pero el trabajo, eso sí que lo hacemos con dedicación.
Aquí no te vamos a contar que llevamos «más de X años de experiencia» o que somos «expertas en tal o cual». La experiencia está ahí, por supuesto, pero preferimos hablar de lo que realmente importa: la conexión. Porque al final del día, lo que hace que una sesión de fotos funcione no es cuántos objetivos uses ni qué equipo tengas, sino lo cómoda que te sientas mientras estás ahí.
Nosotras no te vamos a pedir que poses como si fueras otra persona. No vas a tener que forzar sonrisas ni hacer posturas incómodas. Nos interesa que seas tú misma. Que te rías si te apetece, que te sientas bien y que, cuando veas las fotos, pienses: “esta soy yo, así de simple y así de bien”.
Todo empieza con una conversación. No nos gusta llegar y disparar. No. Primero queremos saber quién eres, qué te gusta, qué buscas con las fotos. Porque cada persona es un mundo, y no hay dos sesiones iguales. Algunas vienen con nervios, otras con curiosidad, y nosotras estamos ahí para adaptarnos a lo que necesites. ¿Quieres charlar un rato antes de empezar? Perfecto. ¿Prefieres ir al grano y terminar rápido? Lo hacemos. Lo importante es que el rato que estés aquí sea lo más agradable posible.
Nuestra filosofía es sencilla: lo auténtico es lo que cuenta. Y eso es lo que intentamos reflejar en cada imagen que capturamos. Sabemos que estar frente a una cámara puede ser incómodo (a nosotras también nos pasa), pero nos gusta pensar que tenemos una habilidad especial para romper ese hielo. Nos han dicho que es porque tenemos sentido del humor y porque somos cercanas. Nosotras creemos que es porque nos importa la gente, y eso se nota.
Otra cosa que nos define es que no tenemos miedo de probar cosas nuevas. No seguimos un guión preestablecido ni repetimos las mismas fórmulas una y otra vez. Cada proyecto es una oportunidad para crear algo diferente. Y eso nos motiva. Nos gusta que las fotos hablen por sí solas, que cuenten una historia, que transmitan algo más que una imagen bonita. Queremos que te veas en las fotos y sientas que son tuyas, no solo porque apareces en ellas, sino porque te representan.
Y aquí viene la parte divertida. Nos encanta que el proceso sea agradable. Hacemos bromas, nos reímos de nosotras mismas y creamos un ambiente donde no te sientes observada, sino acompañada. Muchas veces nos dicen: “No parezco yo en las fotos, ¡me veo mejor de lo que esperaba!” Y ese es exactamente el punto. No te hacemos parecer alguien que no eres, pero sí te ayudamos a ver lo mejor de ti.
Trabajamos sobre la base de la confianza. Si confías en nosotras, el resultado será mucho mejor. Y esa confianza se construye desde el primer contacto, desde la primera vez que hablamos contigo hasta el momento en que entregamos el trabajo. Nos gusta conocer a las personas con las que trabajamos, saber qué buscan y qué les importa. Porque creemos que la fotografía es mucho más que apretar un botón. Es una forma de contar historias, y queremos contar la tuya de la manera más fiel y auténtica posible.
No somos de las que te reciben con cara seria y te piden que te sientes quieta y sonrías. Aquí todo es más relajado. Nosotras mismas somos así, y creemos que esa es la mejor manera de trabajar. Puede que mientras hacemos fotos suene tu música favorita de fondo (la música siempre es un must para nosotras), o que acabemos tomando un café mientras repasamos las imágenes. Lo que sí te garantizamos es que te vas a sentir bien. Porque si hay algo que nos importa, es eso: que te sientas bien mientras hacemos lo que mejor sabemos hacer.
Al final, Umami Brands es mucho más que un estudio de fotografía. Es un lugar donde las personas se sienten cómodas siendo ellas mismas. Un espacio donde lo natural y lo auténtico siempre van primero. Y si después de leernos sientes que conectas con nuestra forma de ver las cosas, será un placer conocerte y ayudarte a crear esas imágenes que estás buscando.